Donald Trump, el peón

Corea del Norte, Yihadistas, Le Pen en Francia, crecimiento de partidos radicales en Alemania, Brexit en Inglaterra, y ahora Trump en EEUU.
La vida son ciclos, y quienes están arriba nunca quieren ceder posiciones, pero eso no evitará que en diez, cincuenta o doscientos años Occidente deje de ser el Occidente que todos conocemos. El proceso hace tiempo que ha empezado, quizás ahora meta un acelerón, y aunque muchos harán todo lo posible por combatirlo, no lo lograremos, porque nunca nada se ha mantenido en la cresta de la ola indefinidamente.

No deberíamos darle mayor importancia, simplemente los occidentales van a sufrir mucho en su declive, muchísimo probablemente, y de eso se aprovecharán otros para coger el testigo y convertirse en los nuevos dueños del mundo: los chinos, los indios o quien sea.
En cuatro años Trump seguramente la lie parda, igual hasta hace que nos jodan a todos nosotros antes de lo que nos imaginamos, pero como decía, visto esto desde la frialdad de una concepción global no es en sí mismo ni bueno ni malo, es la forma que tiene la evolución de mover a los de arriba hacia abajo, y a los de en medio hacia arriba.
Quién sabe, a lo mejor Donald Trump es el encargado de dar jaque mate a la reina, pero nadie duda que en este complejo tablero de ajedrez en el que está en juego el imperialismo de Occidente el nuevo presidente de los Estados Unidos de América no es otra cosa que un mero peón más.
Es esta la mía una visión estoica, peripatética, lo sé. Me encantaría tener otra, pero no soy capaz de encontrarla. Me he equivocado muchas veces en mi vida, ojalá esta no sea la excepción.

No hay suficientes risas para todos los que somos, así que a lo largo de la historia éstas van pasando de mano en mano. El día que Occidente llore, a otros les llegará el momento de reír; cómo durante todo el tiempo que Occidente rió otros muchos lloraron.

PD: Se supone que este es un blog para tener un buen día. Como león que escribe para leones este texto es una mala noticia, pero a las cebras desde luego les ayudará a tener un buen día saber que la caries que se está medrando en la boca de los leones acabará por hacerles perder todos sus dientes.

Con permiso del viento.