La segunda diferencia es la subjetividad. No podemos decir que yo no sea subjetivo, pero desde luego con respecto a ti mismo soy más imparcial yo que tú.
En muchos casos, ser un buen terapeuta no tiene nada que ver con ser un buen terapeuta de uno mismo.
Obviamente, habrás intentado solucionar tus asuntos desde tu enfoque, y puede serte de mucha ayuda un enfoque distinto. El enfoque no sólo es la orientación, el marco filosófico de referencia, también es algo intuitivo y difícilmente catalogable
Los psicólogos en generala aportamos poca información totalmente nueva a nuestros pacientes. Si tú eres el paciente, será incluso algo menor. Por otro lado a veces un poquito más de información es suficiente para provocar los cambios más significativos.
Cuanto más sepas de ti mismo, cuanto mejor terapeuta seas, lejos de verlo como un obstáculo lo veo como una gran ventaja. A poco que me uses sacarás un enorme provecho y en muy poco espacio de tiempo.
Ciertamente igual estás aburrido de las técnicas habituales de nuestra orientación, pero para mal y para bien, mis terapia no son muy habituales, predecibles ni estandarizadas. Tampoco hago nada excepcional, pero cuando la persona para la que trabajo viene “rebotado” de otras terapias o es psicólogo, menos convencional son mis sesiones. Considero que si esta persona no avanza a pesar de conocer bien la TCC, hay que arriesgar con terapias menos estandarizadas.
Por otro lado, ya sabes eso de en casa del herrero cuchillo de palo; mucho decir es que sepamos realizar correctamente todas las técnicas, y en el caso de que sepamos, que las estemos aplicando.