CON PERMISO DEL VIENTO. Déjame ayudarte a tener un buen día.

El viento es como el azar, impredecible e incontrolable. DibujoPadres, cultura, genética y tantas otras circunstancias son compañeros encontrados, no buscados, y por tanto todos ellos son viento, ráfagas impuestas que claramente influyen en quién eres y a dónde vas.Al igual que cuando te arrastra la marea hay que dejarse llevar para llegado el momento nadar con todas tus fuerzas, para poder cambiar primero hay que conocerse, luego aceptarse, y finalmente, revelarse; hasta el final.

Pedir permiso al viento para tener un buen día, es el mismo tributo que hacen los exploradores al mar o a la montaña antes de emprender un viaje. Es una reverencia que no deja de ser un bienintencionado formalismo: no piden permiso para pasar, avisan de que van a pasar. En realidad no saben hasta dónde llegarán, pero esta incertidumbre no merma su determinación para dirigirse donde quieren.Todo lo que encontrarás en este libro ha sido pensado para ayudarte a llegar todo lo lejos que sea posible, sea cuál sea la dirección con la que el viento sople.¿Por qué deseas eso para mí? Mi deuda es grande, porque es mucho lo que mis alumnos, pacientes y la vida en general me han enseñado, y como no me gustaría irme dejando nada pendiente, te he escrito este libro en el que he puesto todo mi cariño, pasión y conocimientos a un único servicio: Que tengas un buen día.