Prólogo

Después de diez meses en los que he dicho todo lo que tenía que decir sobre como enfrentarse a la pandemia, y dónde has escuchado todo lo que tenías que escuchar, he decidido cambiar de rumbo. Empiezo un nuevo bloque: “Mis maestros”.

Cada capítulo irá dedicado a una persona de la que he aprendido algo de valor incalculable. Personas anónimas cuya grandeza reside en la levedad de sus gestos. Lecciones de vida dosificadas en diminutas píldoras del día a día. He decidido cambiar mi foco de atención de la pandemia, a todo lo que aprendo de las personas que salen a mi encuentro un día cualquiera.

Somos lo que vemos, no existe más realidad que la que nos creamos en la cabeza, por eso quiero llevarte en busca de las innumerables lecciones que se esconden allá donde mires.

Hay muchos maestros, muchísimos. A veces se nos presentan como personas, otras veces como experiencias u objetos. No vamos a centrarnos en lo que no nos gusta de ellos, solo nos quedaremos con las lecciones que puedan sernos de utilidad.

Ojalá la lectura de estos capítulos te sean de utilidad y te ayuden a identificar los maestros que merodean tu vida.

R.R.R.