Los Máster tienen la gran ventaja de estar formados por varios profesionales, y esto es fundamental para aprender no sólo distintos contenidos, sino algo mucho más importante, distintos estilos de hacer terapia. La calidad y amplitud de miras que da tener un profesorado diverso es inigualable.
Otra de las grandes ventajas de los Máster son los compañeros. Al ser una clase formada por psicólogos como tú, la interacción de conocimientos que se produce en una clase tiene un valor incalculable.
Este producto que te ofrezco sería más como un complemento, pues es cierto que la ventaja de ser diez o quince alumnos se convierte en la desventaja de no tener un trato tan personalizado como tener a un profesional una hora dedicado exclusivamente a ti y tus necesidades.
Otra problemática contra la que intentamos luchar los profesores con desigual éxito, es que las participaciones de los alumnos en clase a menudo están sesgadas por la timidez, el qué dirán mis compañeros, el querer quedar bien delante del profe y del grupo, etc. Es comprensible que nadie quiera dar “una mala imagen” delante de profes que pueden recomendarte para trabajar en ese Centro o en otro, o de compañeros que pueden ser posibles socios en el futuro. Aunque comprensible, esto es totalmente absurdo, pues sólo los que más se expongan, los que más practiquen, más feedback podrán obtener de los profesores y compañeros, y por tanto más mejoraran sus competencias profesionales. En cualquier caso, con lo que yo te propongo este nocivo efecto queda eliminado.