La frecuencia habitual, y la más recomendable, es empezar por sesiones semanales para pasar a quincenales en cuanto la situación se estabiliza. Una vez que pasamos a vernos cada tres semanas/ un mes entramos en la fase previa a la finalización del tratamiento. Aunque no es necesario, si el paciente lo desea es útil hacer un seguimiento con alguna sesión aislada cada tres o seis meses.
Este es el formato más recomendable, pero a veces por problemas de tiempo o dinero no puede mantenerse esa frecuencia. Yo siempre digo que intentaremos sacar el mejor provecho posible a cada sesión, y si es una al año pues lo haremos lo mejor que podamos.
Como aclaración comentarte que lo que finaliza es la terapia, no la auto terapia, pues conocerse a uno mismo e ir realizando los ajustes que sean necesarios para adaptarse a las siempre cambiante s circunstancias durará lo que dure nuestra vida.