De hecho la propia ciencia de la medicina recomienda hoy una cosa que ayer decía ser perjudicial para a saber qué dirá mañana. No es que sus errores justifiquen los nuestros, pero si ella, ciencia indiscutible de la salud está plagada de errores y desacuerdos, ¡Qué no decir de la nuestra!
La solución en la psicología, a mi entender, es la misma que ante la medicina: no cedas todo el control a los médicos y enfermeros. No digo que sepas más que ellos, lo que digo es que ser paciente debe ser un proceso de dejarse llevar activo, no pasivo, y por tanto, hay que estar atento a todo aquello que no nos cuadre y comentarlo con el profesional. Las personas nos entregamos a esto de ser pacientes como niños dependientes e inútiles que esperan que sus padres hagan todo el trabajo. A lo mejor piensas que para eso les pagamos y tienen títulos en sus paredes. Es cierto que la obligación del profesional es hacer bien su trabajo, pero nos guste más o menos, esos profesionales son personas y no está de más acompañarles en el proceso. Déjales trabajar, pero mantén una actitud activa.
Yo me he decantado por la Terapia Cognitivo Conductual, pero creo que todas las orientaciones ofrecen valiosas aportaciones, y todas tienen claras limitaciones; por eso me gusta usar cualquier recurso de otras orientaciones que crea pueda serme de utilidad. Infórmate sobre las características de las orientaciones que te interesen y prueba con aquella que más cuadre con tu forma de ser.
Yo te recomiendo la terapia cognitivo conductual, por el simple motivo de que es la única que conozco en profundidad. Me parece un buen marco desde el que abordar los problemas emocionales de las personas, pero sin restar importancia a esto de la orientación, a mi entender es mucho más importante el profesional que la orientación. Hay orientaciones mejores que otras para según qué problemas, pero lo más importante es que hay profesionales mejores y peores dentro de cada orientación. Lo ideal es dar con la orientación y el profesional adecuado, pero si tuviese que elegir para mi, priorizo las competencias del terapeuta a la orientación.