Creadores de realidades

MANUAL PARA SOBREVIVIR EMOCIONALMENTE A UNA PANDEMIA

Capítulo 5: Creadores de realidades

El postulado central de la terapia cognitiva, es que sentimos según pensamos. No todo se reduce a los pensamientos, pero tienen más importancia de la que pudiera parecer.

Solemos decir que las situaciones determinan nuestras reacciones: “Tú me sacas de quicio por serme infiel”, “Estoy triste porque he perdido un ser querido”, “Tengo ansiedad porque me han echado del trabajo”. Obviamente el contexto impacta sobre nosotros, pero si esas situaciones, la realidad, determina nuestra vida emocional, todos reaccionaríamos igual ante esas mismas situaciones. De igual modo, en igual intensidad y en igual duración. Sabemos que esto no es así. Mientras que unos están tristes unas semanas tras perder a alguien, otros no consiguen salir de la cama y el sofá en meses. Mientras que unos se deprimen cuando descubren una infidelidad, otros se vuelven muy agresivos. La gravedad es determinante, hace caer los objetos por igual. El hecho de que reaccionemos de forma distinta ante una enfermedad o un despido, demuestra que esos hechos no lo son. Por tanto, la realidad influye en como reaccionamos, somos nosotros, con nuestra forma de interpretarla, los que la moldeamos.

Hay mucho de qué hablar sobre los pensamientos, sirva el texto de hoy para aclarar que cuando afirmas estar triste o nervioso por lo que te sucede, no estás acertando en el diagnóstico. Estás triste o nervioso por como interpretas lo que te sucede, por la construcción que haces tú, particularmente, de los hechos. Ya hablaremos otro día de porqué tiendes a construir la realidad de una forma y no de otra, y qué estrategias puedes seguir para tener una forma más realista y adaptativa de pintar la realidad.

De entrada, el sólo conocimiento de poner parte del peso en ti, y no en lo de fuera, te será muy beneficioso. Ponerlo fuera genera bastante indefensión, poco puedes hacer. En cambio, saber que cambiando tu forma de pensar cambiará “tu realidad”, es muy esperanzador. Consuela saber, que hasta en las situaciones más adversas, algo podrás hacer para influir en tu bienestar.

Esta explicación es válida también para una pandemia. Cuanto más grave es el reto, más universal es la respuesta. Perder una pierna en un accidente de tráfico no hace gracia a nadie. La clave ahí, y no es menor, es la duración e intensidad de las emociones negativas. No puedes evitar algunas desgracias, no puedes evitar que te tambaleen, ni lo deseo para ti, pero sí puedes impedir que te derrumben. Estoy seguro que puedes hacer una gestión mejor de esta crisis. Todos podemos. Busca en tu diálogo interior, ese escritor que construye tu realidad, seguro que encuentras varios renglones que dirigen tu novela hacia la ansiedad, la catástrofe, la indefensión y la rabia.

No te centres en lo que no puedes cambiar, sea mucho o poco; quédate en lo que sí puedes influir, sea mucho o poco. Un kilo ajeno, es poco; un gramo propio, es mucho.

Rafael Romero Rico