¿Mujeres estúpidas?

Hay temas que son un fregado, pero si uno no se complica la vida, sólo le queda la rutina y el sopor. Prefiero morir de cualquier cosa antes que de aburrimiento, así que con este texto pondré mi cabeza en la guillotina dándonos un poco de entretenimiento tanto a mí como a mis verdugos.
Las mujeres sois estúpidas.
Los hombres por descontado, pero últimamente igual vosotras lo sois un poco más. Porque hay que ser muy estúpido para quererse adueñar de las idioteces de los demás.

Creo que habéis olvidado la regla de oro que rige todas las cosas: equilibrio. Históricamente habéis andado bien jodidas por la mano opresora del hombre, y de la cultura y la religión, escrita a su vez por la mano del hombre. Lo más sabio que hizo el hombre a este respecto (cruel y vergonzoso sí, pero inteligente a fin de cuentas), fue educar a las mujeres para que escribiesen de su puño y letra las leyes de la desigualdad. Los machistas más devotos son mujeres.
Por qué no iba a poder trabajar una mujer, por qué iba a ganar menos dinero que un hombre, por qué no iba a poder vestir como le diese la gana, por qué no iba a poder divorciarse, viajar sola y divertirse como a ella en buena gana le diese. Todos los esfuerzos que se derrochen en esta dirección son pocos.
Pero amigas, vuestra estupidez radica en que buscáis igualdad no cómo un medio para ser más felices, sino como un fin en sí mismo: “Si un hombre puede, ¡yo también!”. ¿Pero os habéis parado a pensar por qué queréis llegar a ese sitio? “Si un hombre llega, yo puedo llegar; qué piensas, ¿qué las mujeres somos menos?”.

Los hombres, cafres y tercos como bueyes, tardan en darse cuenta de sus malas decisiones, pero poco a poco, algunos van comprendiendo. Qué curioso que aquellos harapos de los que ellos se deshacen sean cogidos con tanto enardecimiento por algunas mujeres, y así, cada vez encontramos más mujeres enganchadas al alcohol, el tabaco, los porros y la cocaína, más mujeres estresadas que no saben dejar la mente en blanco, más mujeres que tienen jornadas laborales de doce horas, más mujeres que se cagan en tu madre y amenazan con pegarte, más mujeres adictas al porno, más mujeres que hacen de todo un reto, más mujeres que corren con el coche, más mujeres que sienten que tienen que hacer algo elevado con su vida más allá de vivir su propia vida, más mujeres que a falta de algún escarceo amoroso tienen docenas…

No me digas que no hay que ser estúpido para querer ser igual a los hombres hasta en sus idioteces.

«¡¡¡Tengo derecho a ser estúpida!!! ¡¡¡Hasta eso queréis quitarnos los hombres!!!».

Di que sí, todo tuyo…

Con permiso del viento.