Sabes que en algunas orientaciones como el psicoanálisis que el analista haga su propia terapia es obligatorio. En nuestra orientación cognitivo conductual a todos nos parece sensato este planteamiento, pero curiosamente casi nadie lo lleva a la práctica. Como yo aquí estoy ofreciendo un servicio por el que me beneficio económicamente, no es el lugar para hablar, más de lo que ya lo he hecho, de la importancia de conocerse a uno mismo. Los psicólogos no somos perfectos, ni falta que hace, pero es una profesión muy compleja la nuestra y conocerse bien es fundamental para las innumerables encrucijadas emocionales que nos encontraremos en nuestras terapias.

Tu personalidad inevitablemente influye en tus terapias, pero intentemos al menos minimizar este efecto todo lo posible. Un cirujano puede dar una paliza a sus hijos y una hora después coger el bisturí con aplomo y abrirte el corazón, pero esto lo hace porque la agresividad y el temple con una persona dormida son cualidades que no tienen mucho que ver entre sí. Otra cosa distinta sería que mientras que está abriendo en canal a su paciente éste pudiese insultarle. En ese caso un cirujano paranoide desde luego haría peor su trabajo. Los psicólogos somos este último caso: dependiendo de nuestra personalidad, así cogeremos el bisturí. No sólo tenemos que saber usarlo, tenemos que conocer todas las circunstancias emocionales que pueden llevarnos a usarlo mal, y combatirlas.

Contestar en un examen que hacer con un paciente depresivo es fácil, solo hay que estudiar, es lo mismo que operar a alguien dormido; pero cuando el paciente se despierta y las preguntas del examen no son algo estático, predecible ni controlable sino algo vivo, uno nunca sabe del todo que se va a encontrar. En estos casos al menos es importante saber qué puede encontrarse en uno mismo. Si uno se conoce y gestiona bien, ya no importa que pueda tener en frente.

A una persona deprimida hay que motivarla a salir de la pasividad, pero, ¿Cómo afecta su desmotivación en tu forma de enfocar las sesiones? ¿Cómo afecta su desmotivación en tu vida personal? ¿Cómo afecta tus propias desmotivaciones personales en las sesiones?

Un buen trabajo personal te aporta la seguridad de saber cuáles son tus limitaciones y trabajarlas, porque de poco te servirá saber tratar a un paciente si no eres plenamente consciente de cómo influye el proceso de terapia en ti, y por tanto, en él.