Terapia Cognitivo Conductual

A modo de resumen, a continuación te comento las ideas centrales de esta orientación:

  • El rol del terapeuta es activo y participativo. Aunque escuchar al paciente es importante para recoger información y para que éste se sienta cómodo y pueda expresarse, el terapeuta interviene habitualmente durante las sesiones; a veces de forma muy directiva, a veces más socrática ( guiando al paciente en la discusión pero dejando que sea él quien llegue a sus propias conclusiones).
  • Es una terapia centrada en el presente. A diferencia de otras orientaciones, creemos que el pasado es importante, en él podemos encontrar modelos explicativos a porqué eres como eres, pero los problemas se sufren en el presente y por tanto, se solucionan en el presente. Depende de la cada problemática, pero en general el 80% de la terapia se centra en el presente.
  • El paciente tiene un papel activo. No consiste sólo en indagar, preguntarse a sí mismo, hablar, expresar, recordar sentado en una silla con la mente dando vueltas una y otra vez sobre los mismos problemas de siempre. Toda esta parte de evaluación y deshago emocional es necesaria, pero sólo es una parte de la terapia. Al paciente se le pondrán tareas para hacer tanto en sesión como en casa. Desde registros para conocer el problema, hasta distintos ejercicios de reestructuración y exposición indicados para cambiar la forma de pensar y comportarse.

No existe ninguna diferencia entre aprender un idioma o a montar en bici y aprender a pensar, actuar y por tanto sentirse de una determinada manera. Todo puede aprenderse, incluso a dejar de sufrir, y todo aprendizaje requiere de paciencia y disciplina de trabajo.

  • Los pensamientos: uno de los postulados centrales de esta orientación es que Sentimos según Pensamos. En verdad nuestras emociones no nacen exclusivamente de nuestra forma de pensar, obviamente, pero sí existe una relación muy directa entre tus pensamientos y tus emociones. Además, mientras que intervenir en tu química, biología o genética requiere de procesos mucho más complejos e indirectos, hacerlo sobre tus pensamientos es mucho más accesible y no tiene efectos secundarios nocivos.

¿Por qué ante una misma situación las personas reaccionamos de maneras tan dispares? Pues porque lo que importa no es tanto la realidad, la situación, como la interpretación que hacemos de ella. Las personas somos creadoras de significados, y en función de cómo interpretemos una situación así nos sentiremos. Por ejemplo, ante una infidelidad, podemos pensar: “Me lo tengo merecido”, o “Lo hace por joderme”, o “Ahora no seré capaz de rehacer mi vida y me derrumbaré”, o “me ha humillado y tengo que vengarme, no se irá de rositas después de lo que ha hecho”, o “Es doloroso, pero no sé por qué ha sucedido ni en qué situación estamos. Necesito más información, y tiempo, antes de tomar ninguna decisión”. Cómo puedes suponer, en función de que tengas unos u otros pensamientos así te sentirás y por tanto, así actuarás. El que piense que le están ridiculizando y debe devolvérsela no parece que vaya a sentarse pacíficamente a valorar la situación, y el que piense que a partir de ese momento su vida nunca volverá a ser la de siempre, difícilmente no padecerá ansiedad y se morderá las uñas.

Primero hay que descubrir los esquemas nucleares a través de los cuales interpretas la realidad y que se manifiestan a través de pensamientos automáticos. En una segunda fase, aprenderás una serie de herramientas para poner en duda esos pensamientos; no se niegan de antemano, sólo se estudia si son racionales, empíricos y adaptativos.

  • Conducta: El otro postulado central es que nos Comportamos en función de las Consecuencias que obtenemos. Si las consecuencias son positivas o alivian un malestar esa conducta tiende a repetirse en el tiempo, si las consecuencias son negativas, el comportamiento tiende a extinguirse.

Una vez más primero hay que descubrir que conductas mantienen el problema, y luego cambiarlas. Por ejemplo una persona que tenga la creencia de que equivocarse es catastrófico, no sólo se sentirá fatal ante los errores, sino que tendrá un entramado de conductas preparado para protegerle de ese sufrimiento. Algunas pueden ser prepararse las tareas en exceso, repasar repetidas veces, comprobar muchas veces antes de dar por cerrado nada, preguntar repetidamente, evitar hacer aquellas cosas en las que crea que puede fracasar, etc. Todas estas conductas tienen por función evitar pasar el mal rato que según su sistema de creencia lleva implícito hacer algo mal, imperfecto o con errores.

Es muy importante trabajar a nivel conductual, pues aunque no dejes de decirte que no es horrible cometer errores, mientras sigas actuando como si lo fuera, en el fondo seguirás pensando, y sintiendo, que cometer errores es realmente grave y hay que dedicar todos los esfuerzos que sean necesarios para evitarlos.