Aunque no es habitual que mis zapatos del 42 no se adapten a los pies que usan un 42, o dicho de otra forma, cuando trabajo en las áreas que son mi especialidad los resultados suelen ser bastante buenos, a veces la terapia no diría que no funcione, pero no lo hace lo suficiente. En estos casos la opción es la Derivación.
No hay que entender la derivación como un fracaso; a menudo un tratamiento se estanca a pesar de la buena voluntad y las competencias de paciente y terapeuta. La terapia es un proceso dinámico y humano de enorme complejidad, y los factores que influyen en él son muchos y no siempre fáciles de controlar. Desde que no exista esa “química” de la que hemos hablado hasta que la forma de trabajar del terapeuta no sea del agrado del paciente.
Por tanto, respondiendo a tu pregunta de si soy la persona adecuada para tratarte, hay dos fases. En la primera yo puedo decirte, en base a los datos que me des de lo que te sucede y el tipo de tratamiento que vayas buscando, si soy la persona adecuada. Si creo que lo soy, pasaríamos a la segunda fase, en la que durante el proceso de terapia los dos iremos viendo si soy la persona adecuada para ayudarte.
A continuación te indicaré resumidamente los problemas que no trabajo, pero lo mejor es que te pongas en contacto conmigo y me cuentes que te sucede y que buscas, y con esa información yo te diré que puedo ofrecerte, o quién puede ofrecerte lo que buscas. Lo bueno de llevar ya tantos años trabajando en esto, y de haberlo hecho en algunos de los mejores Centros de psicología de Madrid, es que he conocido a muy buenos profesionales. Además, he formado a centenares de alumnos, algunos de los cuales se han convertido en grandes terapeutas. Todo esto hace que tirando de contactos más o menos directos pueda recomendarte un especialista para casi cualquier problema que me cuentes.
Lo que no veo:
- Niños menos de 10 años.
- Hiperactividad
- Adicciones
- Trastornos de alimentación
- Trastornos psicóticos
- Trastornos sexuales femeninos